No hay placer que sea malo en sí mismo. Epicuro 341-270 a.c. Homo sum: humani nihil a me alienum puto

viernes, 30 de septiembre de 2011

PSICOLOGIA DEL BDSM pagina 1

 Sacado de un libro muy interesante titulado “psicología del erotismo (1967)” que no tiene desperdicio hace en algunos de sus apartados un repaso al bdsm y a las causas del mismo que es lo mismo que decir lo que lleva a una persona a ser sumiso o dominante aunque sueltan algunas burradas que son dignas de estudio, poco a poco iré agregando todo el apartado que nos interesa añadiendo las explicaciones pertinentes a lo que no se entiende y estoy seguro que será de vuestro agrado y diversión.


Si el marqués de Sade hubiese sabido que iba a dar su nombre a una de las más impresionantes perversiones, habría quedado sin duda muy sorprendido; porque podía pensar que la posterioridad lo acusaría de libertino, escritor poco ortodoxo, revolucionario incorregible, pero seguramente no como…… sádico.
         <<Sade Donatien – nos ilustra respecto a este personaje una enciclopedia –, hombre disoluto y escritor francés de París, famoso por su morbosa imaginación en cuyas  obras queda subvertida la ética tradicional >> (1740-1814).

Pues bien, se trata de una definición bastante superficial, de una de las tantas que han hecho pasar a Sade a la historia.
         Nuestro personaje, de familia aristocrática, pero belicoso rebelde por vocación, empezó a crearse mala fama el día en que,  oficial en París atrajo a su habitación a una joven zíngara atándola y amenazándola con un cuchillo para obligarla a que se sometiera a sus deseos. La mendicante logró liberase y huir a la calle saltando por la ventana; luego dijo que había sido pinchada hasta saltarle la sangre, lo cual provocó un escándalo. Sade fue metido en los calabozos de una fortaleza durante unos meses; por mucho que su empresa no haya sido en modo alguno laudable, las circunstancias atestiguan que no tuvo en absoluto intención de cometer un asesinato. Y lo mismo se puede decir de otra <<bromita>> suya, realizada al administrar  a todo el personal de un prostíbulo de Marsella vinos, licores y bombones afrodisíacos; la dosis de (cantárida *1) distribuida por el incomparable marqués fue tal como para provocar el desastre: una prostituta se hirió dejándose caer desde una ventana; otras dos murieron por inflamaciones internas. 

         << Así por lo menos decían los primeros testigos – observa Richard Llewisonhn --, y como quiera que el marqués de Sade y su ayuda de cámara habían huido en vez de defenderse fueron condenados a muerte en rebeldía por el tribunal de Aix, acusados  de envenenamiento. La sentencia era excesivamente dura porque indudablemente el marqués de Sade no trataba de ir mas allá de una broma y no había previsto consecuencias tan graves. Aún cuando los testimonios hubiesen sido verdaderos – lo cual  fue inmediatamente impugnado --, hoy se podría hablar de homicidio por imprudencia, pero no de asesinato. Pero entonces, en cuestión de venenos no se bromeaba. >> 


 *1- cantaridita:

El afrodisíaco más poderoso de la historia de la humanidad, hasta la aparición de la Viagra, se encontró en España: Cantharis vesicatoria. La cantárida es un escarabajo de color verde esmeralda metalizado y pequeño tamaño, endémico de los bosques de fresnos de los macizos del centro de la península ibérica  y conocido vulgarmente como la mosca  española. De ella se obtiene un alcaloide denominado cantaridita que tiene una importante cualidad vesicante y que, aplicado en dosis controladas —una sobredosis puede llegar a ser letal—, dilata los vasos sanguíneos, produciendo hinchazón —en el hombre, erección prolongada— y mayor percepción nerviosa en la zona cuya epidermis ha recibido el emplasto.
La erección espontánea del pene que produce la cantárida, la convirtió en el afrodisíaco de referencia hasta el siglo XVII cuando cayó en desuso dado el número de envenenamientos, con consecuencias mortales, que produjeron tales prácticas. Sólo a mediados del siglo XVIII volvería a estar de moda, cuando en Francia se la conoció como los caramelos Richelieu: “pastillas Richelieu”.

Existen numerosos casos de muerte por ingestión entre los varones y en las mujeres se han descritos casos de sangrado genital y signos de intoxicación, por lo que se le debería considerar más próxima a los venenos que a los afrodisíacos.


Aristóteles ya se refirió en sus escritos a esta sustancia, y pasajes muy significativos de la historia fueron posibles gracias a su acción vigorizadora. Su comercio fue siempre muy restringido y sólo las clases altas tenían acceso a su utilización. Ha quedado impreso con letra de molde en la historia del erotismo universal el conocido como el afer de Marsella, que protagonizó el Marqués de Sade junto a su compañero de orgías y sodomías, el fiel lacayo Latour. En un viaje a Marsella contrataron a varias prostitutas para celebrar una fiesta, y el marqués se equivocó al aplicarles la dosis de cantaridina. Las muchachas enfermaron y casi murieron, mientras que al marqués le detuvieron y acusaron de sodomía y envenenamiento.

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