No hay placer que sea malo en sí mismo. Epicuro 341-270 a.c. Homo sum: humani nihil a me alienum puto

martes, 30 de agosto de 2011

MI NIÑA LINDA


Para mi es delicioso y un placer poner en la página el sentir y los pensamientos de ésta preciosidad que se está iniciando en el BDSM y es mi niña linda.




(Espero que lo disfrutéis como lo hago yo)
 
Mi señor me ha pedido que escriba como me siento.
Desde el momento que le pertenezco mi yo 
ha ido cambiando poco a poco para olvidarme de mi
hasta ser él.
 Solo pienso en su agrado y su felicidad, y
tal vez creais que con eso se anula mi yo
y dejo de existir como tal, nada más lejos de la realidad.
A cada momento soy más mi misma, porque con mi 
renuncia aparece la sensación de dar, darlo todo
por amor, por cariño, por el placer de ser menos 
egoísta y más feliz por ello.
Mi crecimiento va a la par con mi entrega y cuanto
más doy más libre soy; me desarma en sus brazos
hasta sentirme totalmente entregada.
Dicha entrega también es física, pero
el cuerpo físico, como tal, tiene unos límites.
Una vez pasado un punto llegas a un estado de
abandono emocional tan grande que 
te liberas del dolor, la ansiedad, la angustia;
te olvidas de todas esas cargas dejando tu mente
abierta y libre y consigues llegar a un estado de
perfección, de liberación total y mental.
En ese momento, algo ha cambiado y renaces de nuevo.
Si has llegado a ese estado de liberación
rompes con las apariencias y logras ver
y sentir todo en su estado más puro.
Asi me siento yo cada vez que rompo esa barrera
de apariencia, el dolor como tal deja de existir, sólo queda
una sensación de abandono corporal para 
dejar libre el alma.
Sin importar el tiempo ni el espacio, sólo queda
el momento, danto todo sin condiciones.
Ese sentimiento es tan fuerte que se queda grabado
y perdura en mi y me hace ser mejor cada día que pasa.
Todo esto se consigue renunciando a ti, para verte
reflejada en él, olvidando todo lo negativo para
ver más allá. Y más allá lo que hay es una inmensa
felicidad y solo por darte en cuerpo y alma vuelve
a ti con creces, sintiéndote libre y perfecta.
Y así quiero ser para él.