No hay placer que sea malo en sí mismo. Epicuro 341-270 a.c. Homo sum: humani nihil a me alienum puto

viernes, 17 de junio de 2011

A CUANTA MÁS ENTREGA MÁS LIBERTAD


A poco que alguien se  interese por leer sobre el BDSM ya sea sin tener experiencia o teniéndola, más que de sobra sabrá o tendrá oído hablar o leído sobre las paradojas o supuestos contradictorios que se dan en esta filosofía de vida que por nuestra convicción  muchos y muchas libremente hemos elegido.

 Una de las para mi importante de estas paradojas y sobre la cual quiero referirme en este artículo, es la que dice: “a cuanta más entrega más libertad”, frase que hace referencia a la entrega que tanto sumisas como sumisos hacen a sus amos, en relación tanto con el control sobre lo físico como sobre lo mental y todo ello en armonía con los consensos previamente pactados entre ambos.

Al principio y sin profundizar mucho sobre este concepto al que hago referencia puede parecer una absurda e ilógica contradicción, pero nada más lejos de la realidad ya que muchos de los principios que se rigen dentro de lo normalmente establecido socialmente, en el mundo BDSM, repercute de forma diferente y presentan una realidad distinta plena y muy satisfactoria en muchos de los casos sin obviar claro está, las excepciones de las que me ocuparé más adelante.

El principio al que me estoy refiriendo representa una realidad conocida aunque no siempre entendida ni comprendida correctamente ni siquiera por aquellos que han hecho del BDSM su forma de vida, ya sean sumisas o amos (cuando me refiero a sumisas y o amos, me refiero en genérico incluyendo a ambos sexos por igual sumisas, sumisos, amas, amos. Tendría que incluir otra categoría AMAS Y AMOS con mayúsculas, pero ese es otro tema del que ya hablaré más adelante ya que no tiene nada  en especial que ver con este artículo)   como decía antes de este apunte, la idea en cuestión  no se entiende enteramente en el contesto y la profundidad de todos los significados que en ella se encierran.

Veamos, literalmente la frase es muy evidente aunque si se es profano, amater o inexperto pueda resultar extravagante y poco creíble y eso es porque se requiere definir las esferas abarcadas dentro del mundo SM, a decir que:

Por un lado hallamos los que buscan satisfacer necesidades corporales o físicas y por otro los que persiguen gratificaciones mentales, aunque generalmente ambos conceptos van de la mano acentuándose en una vertiente o en la otra dependiendo de cada persona en particular, y todo ello dentro de una escala de necesidades, gustos y conductas.

Voy a poner unos ejemplos para situar el concepto que estoy exponiendo y para definir un estado mental. Imaginémonos que nos acaba de tocar la lotería pero para ser más exacto es una de esas en las que se ganan muchos millones, tantos que en toda una vida no se den gastado, imaginémonos ya puestos que tenemos el dinero ingresado en el banco, y además que disfrutamos de buena salud en todos los sentido, ahora sentados en el cómodo sofá de nuestra confortable casa, respiramos profundamente y nos quedamos mirando por la ventana un bonito paisaje, mientras nos relajamos seguros, sin prisas y sin preocupación alguna.

Esta sensación placentera, ausente de preocupaciones ni prisas, es una aproximación al sentimiento y estado al que llega una sumisa o sumiso entregado, este momento que acabo de definir es ya de por si muy atractivo y  satisfactorio, aunque sólo es una parte del concepto general. Por otro lado imaginémonos la sensación de abrigo, seguridad confort y bienestar que puede sentir un niño en los brazos de su madre. Asimismo esta sensación es el  otro de los parámetros que hay que sumar al primero sin olvidarnos claro está de todas las sensaciones y placeres mentales y físicos que consigo traen una gran mayoría de situaciones morbosas y excitantes de las practicas BDSM, siempre dejando bien sentado que cada cual entiende el placer a su modo y manera, sin obviar la lógica de que amo como sumisa han de compenetrarse en sus aficiones y gustos, y que no todas las sumisas o sumisos son actos para todos los amos e igualmente lo mismo para lo contrario, dependiendo de lo que a cada cual nos haga vibrar habría que sumar a estos estados grandes subidas de adrenalina, como lanzarse al vacio desde lo alto de un edificio, con paracaídas claro. 

Bueno bien, llegados a este punto se podría decir que el ideal de una unión BDSM seria una relación metaconsensuada y ciertamente y según mi parecer el metaconsenso es el fin idílico al que dirigir toda relación de este tipo, ya que el esfuerzo que se requiere para conseguir tal fin hace enriquecer en todos los sentidos tanto a sumisas, sumisos, como a amos de ambos géneros. Pero he dicho que es un fin idílico pues debemos ser realistas y conscientes ya que no en todos esta la capacidad de conseguir este objetivo y además entra en juego los perfiles y motivaciones individuales de cada persona ya sean amos o sumisas/os.

Si tuviéramos que englobar todos los perfiles de las personas interesadas tanto dentro como fuera del BDSM tendríamos una lista asombrosamente muy larga ya que no sólo depende de la personalidad, que de por si ya es un tema complejo, sino que además también están los gustos personales de cada individuo siendo este último un abanico muy extenso ya que este mundo engloba muchos gustos diferentes y éstos además tienen múltiples grados y además se combinan entre ellos.

Más dejando sentado el supuesto antes descrito y siendo consientes de la magnitud y realidad, es casi una obligación moral y más en relación con los amos, el estar formados al más alto nivel posible, ser conocedores y poder tocar el amplio abanico de temas siendo diestros en la ejecución de las artes físicas y mentales y de ese modo poder ejercer su dominio sobre cualquier personalidad y gustos de los seres sumisos, siendo un maestro en lo suyo haciéndose así mismo digno de ser llamado AMO. (La práctica y el control de esas técnicas, traen consigo habilidades que luego resultan también muy beneficiosas fuera de lo relacionado con el BDSM)

Por parte de las sumisas y o sumisos, es de entera obligación el estar a la altura de ser considerados, por  un o una dominante del sexo que sea según los gustos, mostrando respeto en todo momento esforzándose al límite y en todo por satisfacer los caprichos y deseos del que es su señor o dueño. Solo así y no de otra forma entregándose sin condición ni reparo es como se consigue el sublime éxtasis del BDSM, alcanzando cuotas de placeres y bienestar insospechados, con ello también quiero dejar claro que el respeto y la disposición no están reñidos con la indisciplina y todas las variables contrarias a la sumisión, siempre que éstas formen parte del guión y así las considere el dominante.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de en este punto acentuar, que un dominante no es sólo una mente perversa con afán de dominio, detrás de un dominante AMO existe un laborioso y complejo trabajo intelectual y muchas de las veces físico entre otra serie de cosas que en conjunto son las que sientan la diferencia y donde rebosa el respeto que hay que mostrarles, mostrándonoslos a nosotros mismos y entre nosotros ese  mismo respeto al igual que lo hacen médicos y abogados entre ellos. No estará llamada a polémica la comparación de este punto, pues la persona que esta formada, (que uno nunca se forma del todo), o la que se está formando como dominante BDSM es un autodidacta multidisciplinar, que si ponemos todos esos conocimientos en fila, y el tiempo empleado para adquirirlos, es en mucho de los casos más que una carrera.     

Pero continuando con el tema anterior y el que nos ocupa, fijaros entonces en otra disposición que nos encontramos:
La sumisión egoísta: cuando explicaba hace un momento los comportamientos y las tendencias dentro del BDSM terminé diciendo que el tema es complejo pues los gustos son muy variados y además se combinan entre ellos, esto también sucede con las personalidades dominantes o sumisas ya que del mismo modo que con los gustos también se pueden combinar, a decir que el que adopta un papel  de dominante puede del mismo modo ser sumiso y viceversa, además la interacción de estos cambios puede surgir incluso dentro de una sesión, y todo ello es lícito siempre que entre los componentes estos puntos estén consensuados y son muy respetable siempre que éste sea el gusto entre ellos.
Pero no me refería a esto cuando hablaba de sumisión egoísta, me refería a otra tendencia que encontramos dentro y fuera de las relaciones SM, que son aquella personas que expresando unas tendencias actúan de forma egoísta en su interacción, a decir que esperan obtener beneficios llamémosle x, a cambio de una supuesta gratificación inconsistente dentro de un rol confuso, este tipo de personalidades corroen cualquier relación, que acaban cesando por agotamiento. La gran mayoría de las veces las personas que actúan de esta forma determinada son inconcientes de su actitud, aunque culpables de los efectos de sus actos. Un símil de lo que estoy hablando son las mujeres u hombres que niegan a sus parejas necesidades físicas o psicológicas, y éstas las, les acaban abandonando, a favor de otras fronteras más provechosas. (Este suceso es más bien común)

Vamos a ir concluyendo:
¿Existen muchas clases de amos y muchas clases de sumisas/os? -. Esto se puede ver de dos formas, la forma coloquial que dice que cualquiera que tiene inquietudes e inclinación sobre el dominio BDSM, y así lo autoproclama es amo. Y la forma real que dice que un amo es aquel que tiene propiedad y dominio sobre animales u personas, esto además tiene incluso matices como los amos online o los recién llegados que aún sin experiencia ni posesión ellos solos se autoproclaman y haber quien cae en la redes, pero bueno en eso hoy no me apetece ni siquiera debatirlo así que cada uno opine y se juzgue como mejor le plazca. Después están los AMOS o AMAS, que son los dominantes, que se lo trabajan, que constantemente están aprendiendo y mejorando, creciendo en todos los sentidos y no son seres conformistas buscadores de sexo fácil, que tal como están ahora las cosas, que tener relaciones es tan asequible y fácil, meterse en el DS para lograr este fin es rizar el rizo a mi parecer.

Esto no es exclusivo de los/las dominantes, ya que entre los seres que gustan de la sumisión también encontramos en ambos géneros quien busca sexo explícito, emocionante y morboso, y que conste que éste que suscribe piensa que todos los sistemas son muy lícitos siempre que sean consensuados. Por otro lado están las y los que gustan del masoquismo, que también es perfecto y esto que voy a añadir ahora es importante, (las prácticas y los juegos BDSM no implican necesariamente sumisión o dominio.) y aquí está muchas veces el punto de conflicto, ya que una persona que no es sumisa puede gozar perfectamente de las practicas BDSM, ya que no son de dominio exclusivo de nadie y no tiene porque sentirse cómoda con la sumisión, ni ser del dominio de nadie.

A las personas sumisas, a estas que se siente cómodas y disfrutan de la sumisión sea en cualquiera de sus distintos grados, cuando se encuentran acogidas por un AMO o AMA, sienten tal devoción, aprecio y admiración, que todos sus sentidos y sentimiento se realzan de tal manera que en comparación con cualquier otro placer el suyo se sale de la escala. Y es aquí donde la frase a la que este articulo hace referencia A cuanto más entrega más libertad, toma su mayor significado y su definición más alta.

Y sin más concluyo por ahora aquí este alegato, esperando que sea tan placentero y provechoso a quien lo disfrute, como ha sido para mí el escribirlo.


AMOGALICIA.