No hay placer que sea malo en sí mismo. Epicuro 341-270 a.c. Homo sum: humani nihil a me alienum puto

sábado, 22 de enero de 2011

SUMISA O PASIVA



Sumisa o pasiva esa es la cuestión, según mi experiencia y mi criterio, hay varios tipos de actitudes en cuestiones de sumisión bdsm, aunque también se pudiera aplicar a otros ambientes, pero ahora esa no es la cuestión.

Entre las sumisas, también se puede aplicar a los sumisos, hay varias tipologías de actitudes y caracteres posiblemente más de las que a mí en este momento se me acuerden pero intentaré completarlo lo mejor posible. Primero definiré lo que a mi entender y según mi experiencia es una persona sumisa, una sumisa es aquella persona que entre otras cosas encuentra su placer en el placer de su amo o dominante, además de entregarse y volcarse en los caprichos del mismo, en su beneficio y en beneficio propio, por otro lado y dentro de la sumisión, están también las esclavas amen de otras categorías dentro de la entrega que ya abordaré en otro momento.

Definiré pues a la sumisa activa, que es aquella persona que por su carácter no solo se deja llevar sino que también participa de forma activa de las sesiones, este tipo de persona facilita mucho las tareas del amo, ayudando al buen desenlace de la actividad, haciendo que estas resulten de lo más estimulante y placenteras, esta sumisa en caso de que el amo se bloquee en algún momento o se encuentre dudoso entregaría con respeto y sumisión la fusta al amo y humildemente le preguntaría e invitaría al mismo a azotarla si ese es su placer, el que dice fusta dice otras cosas. La sumisa activa también es un ser muy sensual, y habida de experiencias. Esta sumisa también puede tener un punto dominante.

La sumisa dominante, dentro de las características, antes descritas del ser sumiso, la sumisa dominante y válgame la redundancia, extiende un amplio abanico de matices sobre la relación, con muchas pinceladas de rebeldía, es toda una experiencia progresar como dominante con una sumisa así, pues este carácter fuerza a agudizar el ingenio, la imaginación y la suspicacia del amo, pues no solo por el buen funcionamiento de la relación, sino y echando mano a un dicho popular que dice que a camarón que se duerme se lo lleva la corriente, al amo que se despista con este tipo de sumisa puede encontrarse siendo sumiso sin darse cuenta.

La sumisa rebelde, para mi y a mi entender, es toda una experiencia, y un recto el dominar sobre esta sumisa pues todo lo cuestiona en el buen sentido, y desobedece a propósito muchas veces, para ser castigadas y reprendidas sin duda en las experiencias que yo he tenido me lo he pasado muy bien, pues esta actitud permite poner en practica un sin fin de castigos y de grados de los mismo, pues según suben en el índice de rebeldía también se puede subir en el grado de las prácticas, y la aplicación de los correctivos, esta actitud en si es un buen auto regulador las sesiones bdsm, pues puede ir marcando las pautas y puntualizándose por su grado mismo, haciendo que las sesiones fluyan por su propio cauce.

La sumisa pasiva, estas son aquellas que se entregan a los caprichos de su amo, acatando y dejándose hacer, no poniendo grandes trabas a los juegos, y cediendo complacientes a todo lo que se les haga, al principio de la relación se pueden mostrar desconfiadas temerosas a veces, pero una vez se entregan paz y luego gloria pues en aras de su sumisión entregan cuerpo y mente al control de su dominante cediendo cada vez más parcelas. Las experiencias que he tenido con sumisas así, se me han presentado estimulantes en el sentido de poder desplegar todo mi arsenal de juegos, tácticas y perversiones, al entregarse enteramente a mis caprichos, tan complacientes como mías.

Las pasivas, al principio de este artículo, expresé características del ser sumiso, que encontraban su placer en el placer del dominante o amo, de ahí a la definición propia de su actitud y del concepto de sumisión y entrega. Este es un rasgo difuso en las personas pasivas que no quiere decir que sean totalmente egoístas, pues aunque haya entrega en ellas el rasgo de sentir la necesidad de complacer al amo y darle placer es un punto difuso.

La pasiva dominante, estas personas humanas, deseosas de recibir placer, gustosas del sexo duro, que son las que nos interesan en este momento, están en una posición aparentemente contradictoria la de ser pasiva y a la vez dominante, pero nada más lejos de la realidad, las personas pasivas son las que les gusta que le hagan y se dejan hacer, el que ellas tengan que dar placer no es más que una exigencia de guión pues si no cedieran nunca se les acabaría el juego, son dominantes porque saben exactamente lo que quieren y lo que les apetece, además dominan la situación entregando pequeñas parcelas de poder para poder seguir en la posición pasiva que es la que disfrutan, diestras en la psicología inversa dominan desde la aparente inocencia, dando la sensación de desamparo cuando en realidad lo controlan todo, no dudéis de la capacidad de esta pasiva que puede vestir la piel de sumisa pero no lo es.  

La pasiva rebelde, no lo sabe, igual se le va de las manos, esta pasiva esta más cerca de ser sumisa de lo que ella misma se cree, pues sus juegos de despiste la llevan a saltar entre el deseo y la necesidad, es una bipolar de su causa, en principio quiere pero no puede, se deja llevar y al mismo tiempo intenta controlar la situación, juega con la navaja de doble filo y puede acabar siendo sumisa, sintiendo su placer al dar placer pero es porque esa actitud es más provechosa para ellas, no esperéis que den puntadas sin hilo, pues si mucho te quiero Andrés es por el interés. Que al final caiga en las redes de la sumisión será porque le gusta y además su amo o dominante allá sabido redirigirla y convertirla en sumisa, y eso que habrá ganado, aún le quedará mucho trabajo pero estará en el buen camino.

La pasiva, pasiva, o pasiva egoísta, la definición puede ser breve, mírame hazme lo que quieras, pero ni esperes ni me pidas nada, aquí estoy y date por satisfecho de disfrutar del cuerpo que te entrego para que me des placer. Que puedo añadir a esto, (bueno) basándome en mi experiencia puedo puntualizar el desenlace de una relación así, rutina y apatía, date cuenta que es una relación a un solo sentido y no precisamente el tuyo, harás lo que ella quiera y cuando ella lo decida, no esperes tampoco que ella decida lo que hacer pues ese es tu trabajo, ella entre las opciones que le des decidirá si le convienen y las adaptará para su beneficio, no esperes tampoco que te de o que busque tu placer, en algún momento igual te engañas, creyéndote que lo que está haciendo es para que disfrutes o se te está entregando, pero nada más lejos de la realidad lo hará porque le habrá dado morbo y es en su propio beneficio, puedes intentar dominarla pero te enfrentas a un gran reto, pero bueno recuerda que el conocimiento es poder, y la paciencia la virtud de los sabios. Si eres muy hábil, juegas bien tus cartas y apuestas el todo por el todo, igual inclinas la balanza hacia tu lado, aunque mayormente estás en un juego perdido antes de empezar.


Todas las personas tienen sus virtudes y sus defectos, en este articulo yo me he centrado en el carácter íntimo, pues cotidianamente las personas adoptamos una u otra fachada, y tenemos un rol específico, mientras algunas personas en su vida cotidiana son una cosa luego íntimamente se transforman, unas deliciosamente para mejor otras para peor, las hay que dan lo que son siempre tanto en lo íntimo como en lo privado y las que ni una cosa ni la otra, pero como en la variedad está el gusto, pues cada busque lo que más le convenga